Un año después de que un demoledor terremoto se cobrara la vida de unas 222.000 personas y dejara 1,5 millones de personas sin techo, los haitianos continúan enfrentándose a pésimas condiciones de vida y a una epidemia de cólera que afecta a todo el país, pese a haberse producido el mayor despliegue de ayuda humanitaria en el mundo, advierte la organización médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF).
"La reconstrucción no debe ir en detrimento de la atención de las necesidades humanitarias urgentes", señala Aitor Zabalgogeazkoa, director general de MSF. "La salud de la población y la capacidad para contener el riesgo de epidemias dependen de la mejora de las condiciones de saneamiento y de distribución de agua potable, y de que el millón de personas sin techo tengan acceso a un refugio temporal de suficiente calidad", añade.
"La gran devastación causada por el terremoto provocó una generosa ola de donaciones privadas de colaboradores de todo el mundo, así como promesas de la comunidad internacional de 'reconstruir Haití y reconstruirlo mejor'", recuerda Stefano Zannini, jefe de misión de MSF en Haití. "Pero la cruda realidad hoy es que, aunque los haitianos intentan reconstruir sus vidas, mucha gente sigue siendo muy vulnerable, especialmente ahora al enfrentarse a una segunda catástrofe, totalmente prevenible, como es la epidemia de cólera, que hasta el momento se ha cobrado ya al menos 3.600 vidas más".
El informe publicado por MSF repasa su respuesta a la emergencia tras el terremoto y realiza una evaluación de las lagunas existentes en los servicios de salud secundaria a los que pretende responder en el próximo año. La repuesta de MSF en Haití en respuesta al terremoto y a la epidemia de cólera constituyen la mayor operación en la historia de la organización.
Asimismo, desde el inicio de la epidemia de cólera el pasado octubre, los centros de tratamiento apoyados por MSF han tratado a más de 91.000 personas, de los 171.300 casos registrados en todo el país hasta el 1 de enero de 2011.
"Ahora que el aniversario del terremoto se acerca, es momento de reflexionar sobre las lagunas de la intervención, teniendo en cuenta las grandes necesidades de la población haitiana y la confianza depositada por personas de todo el mundo en la respuesta", afirma Unni Karunakara, presidente internacional de MSF. "Gracias a la generosidad y el apoyo de los donantes privados y el compromiso de nuestro personal, muchos de los cuales continuaron trabajando pese a la muerte de sus familiares y amigos, MSF capitalizará su experiencia en Haití para apoyar y mejorar sus programas en el país y para seguir preparada para futuras emergencias".
Fuera de la capital, en Léogâne, MSF continuará gestionando un hospital recién construido con 120 camas. Entre las prioridades operacionales de MSF en Haití se encuentran la obstetricia, los servicios de urgencia y la traumatología. Otras instalaciones serán traspasadas al Ministerio de Salud o a otras organizaciones mientras MSF continúa respondiendo a la epidemia actual de cólera. La organización seguirá atenta a otras emergencias que pudieran producirse.
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