A través de la Ley 70 de 1966, el Congreso de la República dio vida jurídico - administrativa a un nuevo departamento colombiano llamado Risaralda.
Dicho acto administrativo entró en vigencia el 1º de febrero de 1967, cuando el entonces Presidente de la República, Carlos Lleras Restrepo, visitó los predios de la nueva comarca, para imponer la banda a Castor Jaramillo Arrubla, primer Gobernador del Departamento.
De esta manera, se dio comienzo oficial a una joven historia de pujanza, logros, modernización y un arduo trabajo comunitario y social, desarrollo que hoy alcanza los 44 años.
La creación de Risaralda se dio a gracias al empuje, a la visión de futuro y al liderazgo de un grupo de dirigentes y personas del común, que un día soñaron con un terruño propio, y sin pensarlo dos veces, propiciaron por años toda una gesta cívica que culminó con el desprendimiento de catorce municipios del departamento de Caldas, que hoy orgullosamente ondean en cada una de las estrellas de la verde bandera risaraldense.
Esta región colombiana se caracteriza por la diversidad de sus paisajes; sus riquezas naturales, culturales y étnicas; su gente altiva, emprendedora, trabajadora, amable, fraternal y cívica; además de una gran capacidad productiva y económica, que a pesar de las crisis que históricamente se han afrontado, no ha permitido que el departamento colapse en sus estructuras.
Son en total 3.592 kilómetros cuadrados colmados de inmensa variedad ecológica y ambiental, como los valles de los ríos Cauca y Risaralda, la rica biodiversidad del Chocó, el Parque Nacional Natural Los Nevados y la zona de producción del mejor café del mundo, entre muchos otros escenarios verdes de la geografía risaraldense.
Por su excepcional localización en medio del llamado “Triangulo de Oro” que integran las tres principales ciudades colombianas (Bogotá, Cali y Medellín), el Departamento de Risaralda se erige como una zona de proyección económica, turística y de infraestructura en la región andina de Colombia, cuyas condiciones hidrológicas, climáticas y la fertilidad de sus tierras son algunos de sus múltiples atractivos y potenciales que hoy son reconocidos por inversionistas nacionales y extranjeros.
Los cerca de 860.000 habitantes, entre comunidades mestizas, indígenas y afrodescendientes que habitan en las zonas urbanas y rurales de los catorce municipios, desarrollan actividades económicas como la caficultora y la agricultura prioritariamente, la ganadería y la piscicultura, y un creciente comercio que refleja la pujanza de Pereira, la capital de Risaralda, además de un próspero sector industrial asentado en el Municipio de Dosquebradas.
Junto a estos renglones, el Departamento cuenta con una oferta turística integrada por todos los pisos térmicos, desde los valles cálidos cruzados por los ríos Cauca y Risaralda, pasando por la zona selvática del Chocó Biogeográfico en Pueblo Rico, hasta las empinadas cumbres de frailejones y nevados donde nacen ríos, quebradas, lagunas y aguas termales, diversidad que junto a su gastronomía, idiosincrasia, accesibilidad vial y aérea, su cultura arriera y cafetera, su gente maravillosa y su creciente infraestructura hotelera y de servicios, hacen que en Risaralda constantemente haya algo nuevo siempre.
En los 44 años del Departamento, Tamayo Vargas un gobernador con alto sentido social
Con el reto de hacer que integralmente Risaralda sea un sentimiento de todos, el Gobernador Víctor Manuel Tamayo Vargas asumió hace tres años las riendas del departamento.
Su propuesta de trabajo fusionó en un solo documento a la equidad, la inclusión social, a la productividad y la competitividad, al buen gobierno, a la gerencia pública y al desarrollo sostenible, entregándole a los risaraldenses un plan de desarrollo social en todo su contexto, encaminado a atender las necesidades y los requerimientos de nuestras comunidades, especialmente, las más vulnerables y alejadas de los cascos urbanos de la capital y sus municipios.
Su visión proyectada, es convertir al Departamento en una Risaralda educada, transformada, pertinente y con calidad de vida, que de manera integral y participativa trabaje con todos los risaraldenses, sin exclusiones, ni discriminaciones, proceso que a menos de un año de culminar su periodo constitucional está vislumbrar resultados satisfactorios en el cumplimiento de las metas propuestas.
A la par de este sueño colectivo, el Gobernador Tamayo Vargas adelanta una completa modernización de las estructuras físicas del departamento, y para ello, está trabajando en el mejoramiento de la red vial y la optimización de los servicios de acueducto, alcantarillado y saneamiento básico, a través de la consolidación del Plan Vial Regional y el Plan Departamental de Agua.
Son varios los proyectos viales que hoy están beneficiando a las comunidades de varios municipios del occidente risaraldense, como los mejoramientos de las vías Belén de Umbría – Apía, Quinchía – Irra, Marsella – Pereira, la apertura de carretera a la Laguna del Otún, el puente sobre la quebrada la Cristalina en la vía a Alcalá, entre otros proyectos, que están mejorando la transitabilidad de una red vial departamental que le apunta a la modernización y a la competitividad.
Mediante el Plan Departamental de Aguas, todos los municipios, sin excepción, están comenzando a recibir las bondades de este proyecto consolidado por el Gobernador de Risaralda, cuyo juicio, buen manejo y millonarias proyecciones de inversión han sido reconocidos por el Gobierno Nacional.
Desde la perspectiva económica, esta administración enfocó sus esfuerzos hacia el diseño de futuristas macroproyectos que ya están caminando, como la construcción del Embalse Multipropósito del Río Mapa, proyecto que abrirá las puertas a más progreso, empleo y desarrollo productivo, así como a la implementación de microcentrales eléctricas en varios municipios.
Junto a estas perspectivas, el emprendimiento, la creación de microempresas en los municipios, la minería y una visión empresarial para la explotación adecuada del turismo, perfilan las baterías y esfuerzos administrativos del Departamento, en estos 44 años de vida jurídica – administrativa.
Pero indiscutiblemente, el trabajo social desplegado desde las distintas dependencias en los campos de la seguridad alimentaria, la nutrición, la salud, la educación, la vivienda, el deporte y la cultura, entre otros frentes, marcan el verdadero sentimiento de la administración de Víctor Manuel Tamayo Vargas.
Programas como Risaralda Invierte en Seguridad Alimentaria y Nutricional –RISA- con sus componentes mercados sociales, almuerzos y desayunos escolares; Semilla de Mostaza; las unidades móviles y los medicamentos gratuitos, para la atención global en salud; Upa a Estudiar para que ningún niño se quede por fuera de las aulas de clase; y el Banco de Materiales para vivienda económica, son una muestra del alto contenido social que Tamayo Vargas le imprime a su gestión y que está llevando personalmente, sin excepción y sin distingo alguno, a todos los rincones risaraldenses.
En los 44 años de creación del Departamento, el Gobernador de Risaralda muestra con hechos reales y palpables, que la casta de hidalgos de esta tierra pujante se prepara para ser el futuro de Colombia.
