Crisis alimentaria… riesgo global

John Diego Molina

Es positiva la noticia que resalta que de mil millones de personas con hambre en el mundo se ha logrado disminuir un 10%; lo que resulta alentador a pesar de las múltiples dificultades internacionales que se presentaron para el año 2010. Sin embargo no deja de ser triste y hasta paradójico que los alimentos hayan subido a precios comparables con niveles superados desde hace 20 años, y que generan 115 millones de más pobres en el mundo.

Los titulares resultan preocupantes “El alza del trigo sacude los mercados, la escalada de precios de las materias primas amenaza con desatar nuevas crisis alimentarias, más de seis millones de etíopes necesitan ayuda alimentaria urgente, Rusia prolonga hasta julio el embargo sobre la exportación de cereales”.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) es enfática al señalar que los precios de los alimentos básicos han aumentado el 3.4% respecto a diciembre del 2010, y con tendencia al alza a excepción de la carne que conserva sus precios, haciendo énfasis que frente “al precio alto de los alimentos y la desaceleración económica” los países con bajos ingresos y alta dependencia pueden tener dificultades para financiar esta transición, que indudablemente afecta a las familias de bajos ingresos como los nuestros que destinan una muy buena parte de sus recursos para atender a una de las necesidades básicas de la familia como es la alimentación.

Mientras que las grandes potencias del mundo se reunieron en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, para debatir la situación de la economía. El Foro Social de Dakar en el occidente africano Senegal “busca una nueva economía para los más pobres, esperándose la presencia de 45.000 personas, originarias de más de 123 países, en donde se adelantarán 723 talleres en torno a 12 ejes temáticos, centrándose la discusión en la crisis alimentaria, la apertura del norte del África, la migración, la condonación de la deuda externa.

No deja de ser interesante la realización de estos foros que miran con preocupación la problemática de los países más pobres del mundo, caso de los países africanos con más del 50% de su población viviendo bajo el umbral de la pobreza. 34 de los 48 países del mundo con menos nivel de vida del planeta son africanos, cuyo lema es “Resistencia y lucha de los pueblos del África que reconocen que no van a poder cumplir con uno de los objetivos del milenio como era reducir la pobreza en un 50%”.

Lo que si queda claro es que la crisis de los alimentos era previsible pero no le hemos prestado la atención que corresponde, por cuanto no miramos hacia el campo (vocación propia), para estimular a nuestro campesinos, orientándolos, preparándoles, tecnificándoles y sobre todo prestándoles la asesoría debida, y creándoles condiciones en su medio para que no tengan que desplazarse a las ciudades; haciéndose participe de las dificultades que se presentan.

Debemos establecer una política de estado propia de carácter departamental y municipal, que dé prioridad al agro, que impida la destrucción de nuestros cultivos, de nuestros alimentos, que son la vida, que obligue la siembra de los terrenos ociosos aplicando la normatividad existente, que nos permita prepararnos para un desabastecimiento que encarece los precios, haciéndolos inalcanzables, lo que crea una mayor condición de miseria e inequidad que termina por generar problemas sociales de grandes dimensiones.

La función de los municipios como empresas sociales que deben jalonar el desarrollo integral de sus asociados deben tener claro que la mejor manera de evitar las dificultades futuras es tomando las medidas oportunas y acordes a las realidades que pueden evidenciarse; es muy importante que la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) no permita en el sector primario la ampliación en las franjas de tierras rurales productivas y pasarlas a tierras urbanas.