Los niveles de consumo de nuestra sociedad siguen en aumento y los impactos ambientales de los residuos son cada vez más graves, dijo el director de la CARDER, Alberto Arias Dávila
“A pesar de las intensas campañas que se realizan sobre los efectos nocivos del uso de plásticos, latas, vidrio, cartón, papel, tetrapak, aceites, baterías y llantas, su consumo sigue creciendo y hay muy pocos resultados satisfactorios sobre su reutilización o reciclaje”, indicó Arias Dávila.
Uno de los más graves problemas que enfrenta la sociedad es ¿qué hacer con las basuras? Las dificultades comienzan con un exagerado consumo y el uso de empaques agresivos con la naturaleza, y continúan en las etapas de recolección y transporte. Pero el problema más grave se observa en la disposición final de unos residuos que en su mayoría no tienen ningún tipo de tratamiento en el origen.
El director de la Corporación Autónoma Regional del Risaralda, afirma que la mayor parte de los municipios colombianos no cuentan con un plan de gestión integral de residuos sólidos eficiente, y por esa razón funcionan muy pocos rellenos sanitarios, pero sí muchos botaderos a cielo abierto.
A esto se agrega que existan contadas empresas que prestan el servicio de recolección especial de residuos reciclados y que las experiencias de reuso estén más en el anecdotario que en la realidad.
Alberto Arias Dávila, recordó cómo para enfrentar el tema de la excesiva producción de basuras, varios países desarrollados han implementado medidas muy severas, entre ellas la aplicación de una sobretasa reembolsable a aquellos artículos contaminantes que deben ser reciclados. Así mismo, sus supermercados no entregan bolsas plásticas; las oficinas han eliminado el papel en sus trámites internos que ahora se hace por intranet; las caja se cartón deben ser reutilizadas y para ello se usan sellos especiales por parte de las empresas transportadoras; los encargados de la recolección de basuras denuncian a las familias o a los edificios que no hacen el reciclaje, y ellos son multados por las autoridades respectivas.
El mundo en general entiende lo difícil que es gestionar eficientemente los residuos, y por eso se toman medidas de control drásticas, a la vez que se fomentan los incentivos económicos y se promueven campañas educativas de largo plazo.
“Los colombianos debemos hacer muchos más esfuerzos institucionales, gremiales y sociales para lograr una gestión adecuada de las basuras. No hacerlo nos arrinconará mucho más en el subdesarrollo y en el daño del entorno ambiental”, señaló Arias Dávila, quien anotó que también los ciudadanos deben pensar responsablemente en qué productos consumir y qué empaques utilizar, especialmente cuando estos requieren para su elaboración grandes cantidades de energía, someten a una sobreexplotación los bosques, depositan en la atmosfera miles de toneladas de partículas contaminantes, y dañan las fuentes de agua.
Gracias a los procesos de responsabilidad social empresarial y de sellos verdes, en Europa, por ejemplo, los consumidores boicotean a las empresas contaminadoras, debido al alto nivel de conciencia ambiental que han alcanzado esas sociedades.
“Nosotros también podemos caminar la misma senda. Si reciclamos adecuadamente, podremos ampliar un 20% más el relleno sanitario de Pereira. Si respaldamos los esfuerzos de los recicladores, y propendemos porque ellos hagan la tarea bien hecha y sea reconocida socialmente su labor, se podrá ahorrar un 15% de energía. Si se promueven emprendimientos empresariales y se brinda mayor formación técnica, la basura puede convertirse en un gran negocio, tal como lo hacen los norteamericanos y los chinos”, concluyó Arias, al referirse a la trascendencia del reciclaje en la sociedad moderna.
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